Cayó al suelo una cosa exquisita, una cosa pequeña que podía destruir todos los equilibrios, derribando primero la línea de un pequeño dominó, y luego de un gran dominó, y luego de un gigantesco dominó, a lo largo de los años, a través del tiempo. La mente de Eckels giró sobre si misma. La mariposa no podía cambiar las cosas. Matar una mariposa no podía ser tan importante. ¿Podía? (El ruido de un trueno - Ray Bradbury)

¿Modelo si, modelo no?

Hace tiempo leí una opinión en este diario sobre el tal mentado y agonizante “modelo económico” y como la democracia es estar de acuerdo en no estarlo, quisiera dar mi opinión como joven. Pues no cabe duda que mi generación tiene que pelear contra muchos fantasmas que las anteriores no supieron detener y trabajar muy duro para recuperar la dignidad y hacer de la Argentina un país habitable.

Yo quisiera saber de qué modelo nos están hablando. ¿De las recetas del Fondo Monetario Internacional? ¿De los parches y manotazos de ahogados del actual gobierno? Acaso el modelo de las privatizaciones, donde las nuevas empresas no pagan aportes patronales y, encima, pueden cada 6 meses aumentar las tarifas según la inflación de EEUU (cuestión resuelta ya por la justicia). ¿El modelo de la “apertura de la economía” que destruyó la industria nacional? ¿O de los privilegios en ciertas provincias o a ciertos grupos económicos?

De qué vale el aumento del PBI si proporcionalmente aumentó más la deuda externa y el aumento no fue distribuido. Deuda que, por otro lado se triplicó, sin que se tradujera en un mejoramiento palpable en las condiciones de vida de los habitantes de la República. Nunca se logró la tan mentada “modernización del Estado”.

Nadie puede negar la construcción de la justicia “a medida”. Las ansias de poder y de perpetrarse en los cargos, acomodar a los parientes, un compañero del estudio jurídico como ministro de la Corte, otro que fue presidente de la Asociación Argentina de Tenis, un director del Banco Central cuyo antecedente laboral es ser contador del negocia familiar, etc..

De qué modelo nos hablan los políticos, ahora, después de casi 20 años de democracia que, dicho sea de paso, tanto nos costó conseguir.

No subestimen a la gente aquellos que quieren hacer creer que solo 1 año y medio de gobierno nos ha llevado a esta situación. Tampoco aquellos que dicen tener las soluciones mágicas.

Creo que los verdaderos economistas que nos pueden ayudar no son los de FIEL o Fundación Mediterránea u otra de similares características, son los profesores de las facultades de la Argentina quienes día a día trabajan por el país y estoy seguro que quisieran hacer más. Un ejemplo de ello es el llamado “Proyecto Fénix”.