Hay que reformar la Constitución y la ley electoral de la Provincia para dinamizar y democratizar el poder, no para que los políticos profesionales estén más tiempo en sus cargos. No debería haber ningún tipo de reelección. Ninguna, para nadie.
La mejor manera de sostener políticas públicas a largo plazo es el consenso y el entendimiento en la diversidad de muchas opiniones, no fortaleciendo el personalismo de los políticos. Ese consenso se construye con diálogo y debe darse en la Legislatura Provincial y en los Concejos Deliberantes.
Es que es ahí en donde estamos representados todos. Los que levantan votos con pala y los que sacamos poquitos. Ahí estamos todos.
Además, en una democracia madura, la alternancia no debe provocar crisis ni miedos. ¡Maduremos!
No cualquier reforma de la Constitución es "reformista" y "progresista"... reformar para perpetrarse en el poder es ser conservador.
¡Basta de querer hacer política tirando frases hechas y sin sentido!
¡No seamos ingenuos!